Nokia Arena (Tel Aviv), primeros minutos del segundo cuarto y Maccabi alcanza una renta de 21 puntos (34-13). La ruidosa afición hebrea disfruta de lo lindo con su equipo y ya piensa en el segundo partido de la serie ante el Partizan de Belgrado.
Ochenta minutos después, el hervidero amarillo enmudece ante la dolorosa derrota de su equipo (77-85). Los gestos en la grada y en el banquillo del histriónico Pini Gershon lo dicen todo. La proeza lograda en Vistalegre ante el Real Madrid, para evitar al todopoderoso Regal Barcelona, puede haber sido inútil. Maccabi se ha complicado sobremanera su camino hacia la Final Four de París ante un Partizan que nunca dejará de reinventarse dispuesto a romper todos los pronósticos.
Principio y fin de una apasionante noche de baloncesto, rememorando antiguas gestas del baloncesto europeo, con un protagonista con letras mayúsculas: Dusan Kecman.
El veterano tirador serbio ha cuajado la mejor actuación de su carrera en el lugar y el momento más propicio (29 puntos, 7 de 9 en triples firmando un porcentaje superior al 75% en tiros de campo) para desatar la locura entre los fieles de Partizan. Un alero, siempre desempeñando papeles secundarios en su dilatada carrera, que regresó este verano a las órdenes de Dusko Vujosevic tras un año en Panathinaikos, con una Euroliga bajo el brazo. Su fichaje por el gigante ateniense, se produjo por petición expresa de Obradovic para que el montenegrino Nikola Pekovic se adaptara con mayor facilidad.
Ochenta minutos después, el hervidero amarillo enmudece ante la dolorosa derrota de su equipo (77-85). Los gestos en la grada y en el banquillo del histriónico Pini Gershon lo dicen todo. La proeza lograda en Vistalegre ante el Real Madrid, para evitar al todopoderoso Regal Barcelona, puede haber sido inútil. Maccabi se ha complicado sobremanera su camino hacia la Final Four de París ante un Partizan que nunca dejará de reinventarse dispuesto a romper todos los pronósticos.
Principio y fin de una apasionante noche de baloncesto, rememorando antiguas gestas del baloncesto europeo, con un protagonista con letras mayúsculas: Dusan Kecman.
El veterano tirador serbio ha cuajado la mejor actuación de su carrera en el lugar y el momento más propicio (29 puntos, 7 de 9 en triples firmando un porcentaje superior al 75% en tiros de campo) para desatar la locura entre los fieles de Partizan. Un alero, siempre desempeñando papeles secundarios en su dilatada carrera, que regresó este verano a las órdenes de Dusko Vujosevic tras un año en Panathinaikos, con una Euroliga bajo el brazo. Su fichaje por el gigante ateniense, se produjo por petición expresa de Obradovic para que el montenegrino Nikola Pekovic se adaptara con mayor facilidad.
La gesta de Kecman y sus compañeros, secundado brillantemente por Maric y McCalebb ,hace posible que los serbios toman la iniciativa en su serie ante el Maccabi. En Belgrado ya sueñan con sentenciar su pase a París en el mastodóntico Beograd Arena, batiendo un nuevo registro de asistencia a un encuentro de Euroliga (22.567 espectadores ante Panathinaikos la pasada campaña).
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